Pero mientras tanto me ocupo de estar bien, contenta y tranquila. De empezar el gimnasio y todavía no haberlo dejado (¡milagro!) y sentirme genial aunque me duela cada músculo de mi cuerpo. De estar haciendo un trabajo que, si bien hay días no muy simples, me encanta. De tener unas compañeras de oficina que ya perfilan a ser grandes aliadas de ruta. De encontrar un lugar en la rutina diaria para escaparme y divertirme, salir, encontrarnos, reírnos, distendernos , olvidarnos que es un martes y al otro día el despertador nos volverá a acechar. De preservarme, decidir, ejecutar y sentirme liviana (aunque a veces me ataque la curiosidad o la nostalgia), de haber puesto un punto final a la incertidumbre. De animarme a saltar la tapia de la comodidad , jugarme, y no arrepentirme para nada.
1 comentario:
Muy interesante !!!
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