viernes, 9 de diciembre de 2011

Confieso

Siento que fue una injusticia haberte dedicado tan pocas palabras escritas. Cuando en la playa pedí un cuaderno y una lapicera dentro de la lista de compras del supermercado, confieso que jamás fue pensando en  vos. Escribí en esas hojas, con lágrimas en los ojos, dejando ir una parte de mi en garabatos nerviosos de esa historia que recién arrancaba y yo cronicaba como finalizada. Pero nunca sentí el desasosiego de las palabras contenidas en mis manos por vos.

1 comentario:

Unknown dijo...

Muy duro!

Pero es parte de la vida.

Saludos!
http://paradoenelabismo.blogspot.com

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