La mirada de lo que fue, y el deseo por lo que llegó. Las palabras que sin querer quedaron capturadas en el silencio que se me escapó tratando de no dejar nada por decir. Las ganas muertas, el tiempo perdido, las risas contenidas, el deseo de volar. Y de pronto se hace la luz.
Así, un poco así, un poco de vos todavía en mí, sé que se queda para siempre, en un punto el desconcierto, extrañar, necesitar y sonreír. Descubrirte, descubrirme. No arrepentirme de nada. Todo es nuevo. Estoy liviana.
Y el silencio, callo, para adentro, pienso, medito, escondo, acaparo cada sensación en mí, las hago mías, ya lo son.
Y a lo lejos la incertidumbre, del horizonte desconocido, del futuro que hoy es presente y se hace raíces en mi cuerpo y cada uno de mis latidos.
El milagro, por fin puedo volar...gracias.
1 comentario:
Que linda sensación.. volar y sentirse liviana.
Creo qu es esencial para estar bien con uno mismo.
Me alegro por vos.
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