domingo, 12 de septiembre de 2010

Dedicado

Al que me enseñó de pasiones, celos, enojos, amores y otras escorpianidades.
Al que desearía no volver a ver jamás.
Al primero de los arrepentidos y único gran amigo.
Al que me resigné demasiado rápido, me enfrentó con lo peor de mí, extrañé desprolijamente y nunca entendí.
Al que no pude aceptar, y nunca supo valorarme.
Al que todavía se encarga de los recuerdos, que me enseñó de tanto, que me enseñó de mi.
Al que no quiero que deje de ser jamás parte de mi vida.
Al que giro mis esquemas, juro quererme para siempre y lo cumple.
Al que quisiera que todavía esté acá.

2 comentarios:

PauLy dijo...

Me pusiste la piel de gallina, y me da miedo pensar por qué

Vicky dijo...

No sabes lo terapéutico que fue escribirlo!

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