viernes, 14 de noviembre de 2008

El hombre de los ojos opacos

Ella siempre tuvo la mala costumbre de no mirar los ojos de nadie, quizás porque sabía que los ojos nunca mentían, tal vez porque siempre quizo creer lo que le decían. Andaba por la vida sin fijarse en esos detalles, confiando en las palabras.Cuando eventualmente *alguien* la alertaba de su distracción, ella miraba fijamente a los ojos de quien amaba , y encontraba distintas sensaciones: así descubrió amor, indiferencia, egoísmo, miedo, inseguridad,tristeza y un sinfín de sentimientos que la sorprendieron y la ayudaron a conocer a las personas que la rodeaban.Esos ojos escondían muchas cosas, pero todos brillaban quizás de maldad, tal vez de amor y casi siempre de ilusión. Pero nunca vio un par de ojos sin brillo.

Él iba por la vida con muchas certezas y muchas dudas.Él buscaba sin buscar, preguntaba sin querer saber y sólo le importaban sus propias respuestas, sus propios juicios y opiniones.Venía de un camino sinuoso, de cansancio acumulado y habia desarrollado el arte de la venta de ilusiones.Casualmente él buscaba alguien que comprara esas ilusiones, alguien que no mirara sus ojos que tanto escondían, alguien que confiara en él.

Ella y él ,como estaba escrito y como debía ser, un día se cruzaron, la mujer que no miraba a los ojos y el hombre cuya mirada mentía. Pero ella venía de un viaje largo, estaba cansada , lastimada y hastíada, y por eso, en cuanto se abrazaron ella lo miró a los ojos...no quería volver a sufrir las decepciones del pasado.No contaba con lo que se iba a encontrar, una mirada nublada, unos ojos que no sonreían, pero tampoco demostraban nada, un par de ojos opacos, pero que la miraban con fascinación.

Al principio se confundió, se sorprendió, escarbó en su memoria, pero no pudo encontrar entre sus recuerdos algo así.Entonces, como era lo que mejor sabía hacer, ella confió en él.Fue despacio pero apresurada, analizó cada acción pero se guió por sus sentimientos y corrió a toda prisa pero en puntas de pie. El , como era su costumbre, habló sin decir nada , dijo verdades mentirosas y mostro sólo lo que sabía que ella quería ver.

Una noche ella se despertó agitada, y lo miró...el dormía, y ella supo que ese era el comienzo del final, la primera de las últimas noches en las que dormirían juntos,el primero de los ultimos días en los que se confesarían en secreto cuanto se querían.Ella supo sin saber, que él no era quien decía ser y de a poco empezó a dejarlo, a alejarse aún cuando su cuerpo todavía estaba ahí.Su mente comenzó a viajar lejos y él lo notó, intentó entender por qué,se lo preguntó sin cesar, pero no entendía que ella ya no estaba ahí. A ella le costó hablar, y nunca se lo pudo decir, pero un día se fué...sabiendo que ya no iba a volver.

Detrás de los ojos de él se desató la ira, ella nunca más lo pudo mirar, pero el buscó su mirada de formas que para ella eran nuevas...nuevas y terribles. Ella sufrió y le costó entender por qué alguien quería herirla de formas tan diversas, de maneras tan perversas.Pero como se había ido de ese lugar hacía un tiempo, comprendió que sólo debía seguir caminando.

Poco a poco ella volvió a ser quien era, sus ojos brillaron con más fuerza que nunca, y con el paso del tiempo entendió que esos ojos opacos que un día la atrajeron estaban nublados de rencor, de inseguridades y de falta de amor, supuso que ahora habrían perdido un poco más de brillo y sintió pena por el, en el fondo ella siempre lo iba a querer. Y tuvo la certeza de que encontraría un par de ojos brillantes como los de ella para que la iluminaran, y él un par de ojos opacos con quien mentirse y no descubrirse.Ambos serían felices a su manera.

1 comentario:

Martín Monzón dijo...

Excelente!!!!!!
Ya te lo dije, pero bue jeje
E muy bueno, porque escrbiste lo que sentis, pero cualquier persona puede interpretarlo según sus vivencias.

Besos

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