4 amigas y un verano

Eramos inseparables.Hacíamos todo juntas.Todas las tardes, después del colegio, el teléfono sonaba alrededor de 20 veces y siempre era alguna de las otras tres, impaciente por contar algún chisme que no podía esperar a la mañana siguiente.Compartíamos colegio, meriendas, salidas al cine,pizzas y pijamas parties.Estábamos en el último año de la primaria y nos mataba la ansiedad de saber cómo sería el secundario.Armábamos y desarmábamos escenarios y nuestra imaginación volaba.

No nos interesaban demasiado los varones, aunque repetíamos la frase "amor de mi vida" un promedio de 100 veces al día.En realidad no sabíamos mucho lo que significaba, ni nunca lo habíamos sentido, pero soñábamos despiertas con toda la vida que teníamos delante.Por el momento nuestros más fieles amantes estaban pegados en algún póster de nuestro cuarto o foto de la carpeta.A ellos les éramos devotas.El resto todavía podía esperar.

Y con el correr de los meses, entre tareas , risas y tardes eternas...llegó Diciembre y el fin de una primer etapa en nuestras vidas.Pero el inicio de las vacaciones.

Tengo ese verano muy presente, quizás por lo bien que la pasamos, o lo eterno que parecía.Pero probablemente porque fué el último que pasamos las cuatro siendo una.No sucedió nada fuera de lo común.Pasábamos días enteros en la pileta y cuando bajaba el sol nos sentábamos en las hamacas bajo un árbol en la casa de C., y teníamos conversaciones de horas.Compartíamos consejos, nos hacíamos tests de cuanta revista cayera en nuestras manos.Bailábamos desaforadamente imaginando cómo sería ir a un boliche.Nos maquillábamos y nos vestíamos con cuanta ropa "arreglada" lográramos conseguir.Y escuchábamos a cualquier boy band que apareciera en la radio como si se tratara de la mejor expresión artística de la historia.

Un día S. nos citó en su casa, llegamos a la hora indicada y muy sigilosa nos llevó a su cuarto.Cerró la puerta y nos hizo jurar que no íbamos a decir nada.Lo juramos por sobre nuestra amistad, preguntándonos cuál sería el misterio.Y , acto seguido, sacó un libro de Tarot, al que cuidadosamente leía al tiempo que nos "tiraba las cartas", nosotros creíamos al pie de la letra todo lo que ella nos decía.Cómo si estuviéramos develando la verdad absoluta de nuestras vidas.

Nos divertíamos mucho, disfrutábamos, nos reíamos a las carcajadas. Cada una tenía su personalidad muy marcada, pero nos complementabamos.

Fueron tres meses inolvidables, y llegó Marzo.Y con él las clases , y el temido secundario.Y nuevos grupos, y nuevos intereses.En la búsqueda de escapar de esa niñez que queríamos dejar, nos distanciamos algunas.Otras seguimos siendo hermanas.

Pero esas 4 que fuimos y ese verano van a quedar para siempre en mi memoria, como la época en que la vida era mas fácil.Y la felicidad se podía lograr tan sólo con una tarde de pileta.