El raconto de días, años, meses y segundos de mi vida hoy se hizo inevitable.Es así, a veces se torna complicado transitar el camino que toca.Pero que bueno que existan resvalones y caídas libres con golpes fuertes para poder mirar todo en perspectiva.Porque si no existieran los momentos dificiles sería imposible valorar el sinfín maravilloso de segundos acumulados de felicidad.Que si fueran kilometros de viaje alcanzarían para dar la vuelta al mundo y conocer cada rincón.Estoy viviendo una vida sin desperdicio.Quiero seguirla transitando.Quiero sacarle el jugo y sangrarla las veces que hagan falta.Para renacer una y mil veces más.Para aprender y volver una y mil veces al punto de origen que irónicamente siempre está más allá y me obliga a avanzar.
Me miro al espejo y mi cara ya no guarda resavios de tensión, ni de tristeza.Pasó el tiempo, pasaron las vacaciones, el aprendizaje y el camino andado.Y se nota.¡Cuánto dejé de mí en los últimos meses y cuánto me llevo conmigo! Ese es el precio que hay que pagar por ser feliz.Desprenderse, soltar y dejar.
Antes de llegar me hago una promesa: No ahorrar.Ni lagrimas ni sonrisas, ni caminatas largas ni carreras a toda marcha.Que ningún viaje quede en el tintero, que ninguna palabra quede sin decir.Que nada me impida volar.
(Y aunque me duela lo que te dije...asimilar que es lo que siento, que es lo mejor y que el vuelo sólo es posible sin pesos)
4 comentarios:
Es tan importante todo lo que decis... tan
es mejor decirlo, siempre
Es tan lindo levantarse una mañana cualquiera y sentir que podemos ser felices =)
Viste como es esto de saber de la vida finita. A veces uno no duerme para no perdersela. No esto para si aquello, si tal cosa pero... ¿y lo otro?
La tensión de vibrar en vida lo mas que se pueda.
¿Como puede ser que tengamos mil opciones y no se pueda agarrarlas a todas? Me pasa, che.
A disfrutarla. Me voy a comer unos sorrentinos de jamón y queso.
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